Aurelio Arteta que es
catedrático de Filosofía Política de la Universidad
del País Vasco, nos tiene acostumbrados a sus artículos sobre el uso y
abuso de las palabras largas (¡Al rico archisílabo, oiga!, Dilo
en archisílabos y La moda del archisílabo). Este es el
último que escribe en El País de hoy
sábado. Leamos:
Penúltimos archisílabos
Son tantos y tan graves los problemas públicos que nos acucian, que prestar
atención a un fenómeno lingüístico caracterizado por alargamiento innecesario
de las palabras suena a frivolidad impropia del buen ciudadano
Ya lo advirtió Horacio. Fue al elogiar en su Arte
poética a quienes evitaban las “palabras ampulosas y rimbombantes”, y a
las que llamó sesquipedalia verba por medir “un pie y medio” de largo.
Como quizá algunos lectores recuerden, aquí las he bautizado como archisílabos
y aventuré que ese gusto por el alargamiento innecesario —aunque no siempre
incorrecto— responde al probable afán de sobresalir de los demás. Un gusto
contagioso, sin duda.
No vayan a pensar entonces que, el
silenciarlos desde hace un par de años, denote un decaimiento en el uso y abuso
de estos vocablos que coleccionamos. Lo que pasa es que son tantos y tan graves
los problemas públicos que nos acucian, que prestar atención a este fenómeno
lingüístico suena a frivolidad impropia del buen ciudadano. Craso error. El
ciudadano es antes que nada un hablante y, por alejados que parezcan, la
calidad del uno dice mucho también de la calidad del otro. A la postre, ambas
figuras pueden incurrir en parecido empobrecimiento o indiferencia ante el
deterioro de lo común.
Al hilo de ciertos prefijos y sufijos, y
ahorrándonos los centenares de torpes polisílabos recogidos en ocasiones
pasadas, entremos de nuevo en materia. Por ejemplo, en aquellos que pretenden
subrayar la diferencia entre un acto y su proceso de llevarlo a cabo. ¿Quién no
ha oído hablar de esa desvalorización
que equivale a una devaluación?
¿Acaso no es cierto que la autoridad se ejerce mediante actuaciones en vez de por acciones? Una contratación
administrativa goza de mayor empaque que un mero contrato, dónde va a parar, y los fabricantes de automóviles se
enorgullecen de exhibir sus variadas motorizaciones
(o sea, sus motores). Si va usted
para locutor, elija siempre incrementación
o incremento, sea de
los accidentes de tráfico o de los precios, y nunca su aumento. Causa perplejidad conocer que una banda musical está en ascensión, y no en ascenso, pero las cosas se complican cuando
la compartimentación desemboca en el
trabalenguas de la compartimentalización
o el clientelismo engendra la clientelización.
Habrán observado asimismo que la notable
afición a destacar la cualidad abstracta de las cosas lleva a menudo a
sustituir la cosa misma por ese rasgo abstracto que encarna. De modo que la equidad de un acto equitativo acaba
trocándose en equitatividad,
y la variación deja paso a la variabilidad. Por esa
misma ley no escrita, la unitariedad
se impone sobre la unidad, lo mismo
que preferimos la confortabilidad
del sillón a su confort o el
precario estado de marginalidad
al de marginación. Una excepción a la regla se cita como excepcionalidad. En cuanto
algún aparato cumple una función, el
experto sentencia que posee funcionalidad.
Un ilustre abogado sugiere someterse no tanto a la letra, sino más bien a la literalidad
de la ley. Y ciertos políticos proponen ahora una ley de transitoriedad jurídica, es de suponer que para perfeccionar
la mera transición. El vértigo es ocupado por la vertiginosidad, igual que
la dimensionalidad arrincona
a la más simple dimensión. Eso sí,
no me pregunten por el significado de la intermodalidad,
que hasta ahí no llego.
En el vergonzante empeño por que nuestro
lenguaje cotidiano se transforme en spanglish, procuremos que lo diferente alcance siempre el grado de diferencial y no hagamos ascos
al comunicacional ni al conversacional. Las ondas
vibratorias de toda la vida deben
bautizarse como vibracionales,
en una operación parecida a la de denominar componente nutricional a lo que calificábamos de nutritivo. Me cuesta adjudicar sentido al novedoso reputacional, pero doy fe
de que una solicitada revista femenina se refería en portada a modelos inspiracionales a falta de inspiradores...
Si venimos a algunos verbos afectados por
esta manía de crecimiento, ahí está ese reciente uso de capturar, también de cuna inglesa, que ha desbancado
a nuestro captar o, del mismo
origen, el sumarizar con la
pretensión de resumir. (He ahí otra prueba —perdón, evidencia— de colonialismo lingüístico). Cuando nos
servimos en exclusiva del expansionar,
confesamos haber olvidado el expandir
o ensanchar; y quizá recuerden que
hubo un tiempo en que decíamos distinguir
para lo que hoy se oye siempre como diferenciar.
El ambiente nos arrastra a uniformizar
lo que sea, y no ya a uniformar. Con
lo fácil que resulta restar, quedar o dejar, triunfa sin embargo el mayor prestigio de residualizar. Renunciemos,
pues, al esfuerzo de concebir para
suplirlo por el conceptualizar,
mientras se le pide a distender que
deje paso al más prolongado distensionar.
La masiva ignorancia del latín y griego por estos lares, y con ella de tantas
raíces de nuestro léxico, trae estos excelentes resultados. Ignoro si sectarizar es portarse como un
sectario o cortar algo (o a alguien) en secciones, y no les digo cuánto me
asusta esa nueva hornada de verbos fantasmales y horrísonos como despatologizar, fronterizar, efectivizar o desnegativizar...
Participios y adjetivos tampoco se libran
de estas cirugías verbales del momento. Ya sabemos que lo concreto o concretado ha pasado a ser concretizado, lo continuo se transforma en continuado y una situación
parece mucho más convulsa si está convulsionada. En
paralelo a nuestra práctica política, lo que antes era regional ha sido regionalizado
y las cuentas territoriales dan en territorializadas.
Ciertas medidas públicas no es que sean generales, sino que se han generalizado, lo mismo
que tantos servicios privados ya no son personales
sino incluso personalizados.
La creación de empleo se ha desestacionalizado
al no depender ya de la estación del año. Deseosos de atenernos al procedimiento, pronto llegamos a lo
procedimental y acabamos dejando todo bien procedimentalizado.
Y no me negarán que, a la menor dolencia, corremos a medicalizarnos en lugar de a medicarnos y a quedar así, más que medicados, medicalizados.
Los muchos adictos a los archisílabos
muestran su predilección por lo determinativo,
cuando están buscando lo determinante,
así como por lo derivativo
más que por el vulgar derivado o por
una noticia excitativa en
lugar de excitante. Uno, que no
estudió filología (como ya se habrá notado), se andaría con cuidado con los limitativo, manipulativo, integrativo o investigativo
por más que la Academia los bendiga. Entretanto, el pedante disfrutará
archisilabeando a su antojo unos cuantos adverbios de modo. Ahí nos esperan continuadamente, por continuamente, o individualizadamente, por individualmente, entre otros.
¿Me permitirán entonces despedirme una vez
más con las ideas de un viejo maestro? Pues Chesterton nos dejó dicho que “las palabras cortas han de tener un
significado, pero las palabras largas a veces pueden no significar nada
literalmente...”.
ARCHISÍLABOS
|
MEJOR
DECIR…
|
desvalorización
|
devaluación
|
actuaciones
|
acciones
|
contratación
|
contrato
|
motorizaciones
|
motores
|
incrementación, incremento
|
aumento
|
ascensión
|
ascenso
|
compartimentalización
|
compartimentación
|
clientelización
|
clientelismo
|
equitatividad
|
equidad
|
variabilidad
|
variación
|
unitariedad
|
unidad
|
confortabilidad
|
confort
|
marginalidad
|
marginación
|
excepcionalidad
|
excepción
|
funcionalidad
|
función
|
literalidad
|
letra
|
transitoriedad
|
transición
|
vertiginosidad
|
vértigo
|
dimensionalidad
|
dimensión
|
intermodalidad
|
|
diferencial
|
diferente
|
vibracionales
|
vibratorias
|
nutricional
|
nutritivo
|
inspiracionales
|
inspiradores
|
capturar
|
captar
|
sumarizar
|
resumir
|
expansionar
|
expandir, ensanchar
|
diferenciar
|
distinguir
|
uniformizar
|
uniformar
|
residualizar
|
restar, quedar, dejar
|
conceptualizar
|
concebir
|
distensionar
|
distender
|
concretizado
|
concretado
|
continuado
|
continuo
|
regionalizado
|
regional
|
territorializadas
|
territoriales
|
generalizado
|
generales
|
personalizados
|
personales
|
procedimentalizado
|
procedimiento
|
medicalizarnos
|
medicarnos
|
medicalizados
|
medicados
|
determinativo
|
determinante
|
derivativo
|
derivado
|
continuadamente
|
continuamente
|
individualizadamente
|
individualmente
|